Vemos que la taxonomiacute;a aristoteacute;lica, al quedar sustentada en comparaciones anaacute;logo-funcionales, ocurre por gran la vida sobre viacute;nculos estructurales y no ha transpirado de nacimiento entre los organismos, al punto sobre hacer irrealizable un estudio geneacute;rico sobre ellos.

Vemos que la taxonomiacute;a aristoteacute;lica, al quedar sustentada en comparaciones anaacute;logo-funcionales, ocurre por gran la vida sobre viacute;nculos estructurales y no ha transpirado de nacimiento entre los organismos, al punto sobre hacer irrealizable un estudio geneacute;rico sobre ellos.

Esos viacute;nculos que nunca soacute;lo existen, sino que constituyen los fenoacute;menos bioloacute;gicos que maacute;s fuertemente sugieren la vida de una comunidad de familia asi­ como descendencia dentro de los seres vivos (ver seccioacute;n siguiente), bien pudieron tener sido advertidos por Aristoacute;teles en razoacute;n sobre la profundidad sobre su zoologiacute;a. Por eso, concluimos que el proceder taxonoacute;mico sobre Aristoacute;teles expresa, y al igual tiempo contribuye, a la imposibilidad sobre que el filoacute;sofo y sus seguidores se planteen la necesidad sobre la concepcioacute;n evolutiva de el ascendencia de las seres vivos.

La nunca inclusividad del ordenamiento resulta una primera diferencia que destaca dentro de la taxonomiacute;a aristoteacute;lica asi­ como la clasificacioacute;n bioloacute;gica moderna.

El modo natural o la inversioacute;n del aristotelismo

El ordenamiento sobre la disparidad bioloacute;gica en la organizacion ramificada sobre grupos inclusivos Se Muestra aproximadamente 20 siglos despueacute;s sobre Aristoacute;teles, cuando Carl Linneacute; (1758) propone su quot;Systema Naturaequot; (modo Natural). Este tipo de clasificacioacute;n es adoptado raacute;pidamente por las naturalistas sobre fines del siglo XVIII, quienes advierten que su incremento requiere de la aplicacioacute;n sobre un nuevo juicio de comparacioacute;n, el que tiene como base las semejanzas Ahora nunca funcionales, sino estructurales, que presentan las organismos. Este juicio establece que: principal, la clasificacioacute;n se sustenta en la comparacioacute;n de estas propias estructuras y no ha transpirado nunca sobre la funcioacute;n sobre eacute;stas; segundo, la comparacioacute;n debe realizarse dentro de estructuras que sean las mismas (lo que actualmente diacute;a llamamos estructuras homoacute;logas), asi­ como por tanto los conjuntos se distinguen por la posesioacute;n sobre estructuras comunes; y no ha transpirado tercero, el juicio de establecer que dos estructuras son la misma (homoacute;logas) tambieacute;n es de caraacute;cter estructural. Es ejemplar a este respecto el juicio anatoacute;mico sobre homologiacute;a desarrollado por Geofroy Saint Hillaire, el cual se basa en la persistencia de las quot;conexionesquot; entre las oacute;rganos, lo cual seri­a, la persistencia del modo en que las estructuras anatoacute;micas en los distintos organismos se disponen y no ha transpirado relacionan dentro de siacute;. Seguacute;n este discernimiento, dos oacute;rganos son homoacute;logos cuando se les encuentra en diferentes organismos ocupando una misma posicioacute;n relativa en el concierto orgaacute;nico. El peso taxonoacute;mica sobre la ubicacioacute;n relativa de un oacute;rgano se justifica por motivo de que, seguacute;n Saint Hilaire, quot;un oacute;rgano puede antes permanecer alterado, atrofiado o desaparecido, que Ya en otro lugarquot; (Saint Hilaire 1806, traducido del franceacute;s por las autores). Georges Cuvier, otro sobre las fundadores sobre la anatomiacute;a comparada, al Aclarar en queacute; estriba su meacute;todo, que para eacute;l es el comenzar que facilita revelar las condiciones de vida (i.e., causa final) de los entes naturales, escribe que quot;Este radica en observar sucesivamente el mismo organismo en las variados posiciones a donde la esencia lo ubica, o en cotejar dentro de siacute; los diversos cuerpos, inclusive admitir conexiones constantes dentro de las estructuras y no ha transpirado las fenoacute;menos que ellas manifiestanquot; (Cuvier 1836, traducido del franceacute;s por las autores).

Hacia el primer tercio del siglo XIX los estudiosos sobre la embriologiacute;a comparada establecen un nuevo y poderoso criterio estructural Con El Fin De la distincioacute;n de las homologiacute;as, con la adopcioacute;n del cual el organizacion Natural alcanza toda su potencia como metodo ordenador de la diferencia bioloacute;gica. En otras palabras, llega a constituir lo que en la actualidad diacute;a es: un insustituible ambito de relato operacional Con El Fin De establecer el dominio sobre validez sobre una afirmacioacute;n bioloacute;gica particular. Seguacute;n este parecer, se consideran homoacute;logas esas estructuras que posean un nacimiento embrionario comuacute;n, auacute;n cuando ellas satisfagan diversos propoacute;sitos o funciones. El valor embrioloacute;gico de homologiacute;a es comuacute;nmente atribuido a Richard Owen quien lo introduce en 1843 para distinguir lo que a su juicio son las similitudes maacute;s fundamentales dentro de las organismos. Sin embargo, la praacute;ctica de contrastar el crecimiento de los organismos para establecer distinciones homoloacute;gicas seri­a precedente a este autor, y goza de su motivo en las observaciones sobre Karl Ernst von Baer quien en 1828 establece que los caracteres comunes que definen a un taxoacute;n mayor (es hablar de, las homologiacute;as que constituyen ese taxoacute;n) aparecen maacute;s tempranamente en el incremento embrionario de las miembros que aquellos caracteres que definen a las categoriacute;as taxonoacute;micas menores que constan adentro de ese taxoacute;n (sobre Beer 1971). En quot;El nacimiento de estas especiesquot;, Darwin parafrasea a Von Baer Con El Fin De anotar: quot;Los embriones de mamiacute;feros, aves, lagartos y serpientes, posiblemente tambieacute;n sobre quelonios, son en sus estadiacute;os tempranos extremadamente similares unos con otros, tanto en su totalidad igual que en el modo en que se desarrollan las partes; tanto es asiacute;, que sobre hecho nosotros podri­amos generalmente diferenciar todos estos embriones soacute;lo por su tamantilde;oquot; (Darwin 1872, traducido del ingleacute;s por los autores).