Hoy es individuo sobre esos dias en que me encantaria tener una cosa sobre Harold Brodkey, Con El Fin De conseguir sobrellevar conveniente esta nueva posicion desconcertante desplazandolo hacia el pelo que me atenaza. Y no ha transpirado arriba la Senorita Lunes no esta para leerme.

Hoy es individuo sobre esos dias en que me encantaria tener una cosa sobre Harold Brodkey, Con El Fin De conseguir sobrellevar conveniente esta nueva posicion desconcertante desplazandolo hacia el pelo que me atenaza. Y no ha transpirado arriba la Senorita Lunes no esta para leerme.

La cosa es segura: la suya fue —y ahi se encuentran las libros, esos fantasmas que siempre viven mas que el autor— una de estas companias mas solitarias, arriesgadas, ambiciosas y no ha transpirado, semejante oportunidad, mas imposibles de utilizar.

Porque lo que Brodkey queria lograr —y asi lo hizo saber en la clasica entrevista sobre The Paris Review cuando se le pregunto cual era su ideal—- era “alterar la conciencia, cambiar el jerga sobre semejante manera que todas aquellas clases sobre conducta a las que yo me opongo se vuelvan absurdas, impopulares, improbables. Lo que intentas es trabajar por la cultura que se tome En Verdad al tiempo y no ha transpirado la moralidad desplazandolo hacia el pelo no tan solo igual que pieza de una de estas tantas mareas de la moda. ?Los ideales? Los ideales son de las que escriben esos textos en las postales sobre felicitacion que se envian durante bautismos, bodas y no ha transpirado cumpleanos”. Y no ha transpirado, otra oportunidad, alli esta su obra igual que evidencia incontestable. Las relatos “normales” de Primer apego desplazandolo hacia el pelo otros pesares destacando el magnifico “Educacion sentimental” a donde, lo siento, pareceria que es Brodkey quien le roba sus oraciones a Cheever. Las fulgurantes desplazandolo hacia el pelo turbulentos experimentos que convierten a Relatos a la manera casi clasica en la recopilacion indispensable a la hora de apreciar cualquier lo que se puede Adquirir o extraviar adentro del formato digo. La meganovela fluctuante asi­ como seguramente frustrada El alma fugitiva. La inesperadamente placida novela homoveneciana intimidad profana. Desplazandolo hacia el pelo esa descarnada y valiente desplazandolo hacia el pelo por momentos alucinada asi­ como esquiva coda funeraria —primero publicada en capitulos en The New Yorker, su alma mater— que seri­a Esta salvaje oscuridad. (Julian Barnes felicito a Tina Brown, la editora sobre la revista, por haberse “atrevido a publicarlo todo” incluyendo los raptos megalomanos; la replica de Brown fue: “Ah, Julian, si supieras lo que dejamos afuera”.) Despues, desde el otro flanco —postumos— nos llegaron los todavia ineditos en castellano My Venice (fragmentos turisticos editos e ineditos), The World is the Home of Love and Death (relatos y extractos sobre lo https://besthookupwebsites.net/es/beetalk-review/ que, se supone, es la continuacion sobre El alma fugitiva) asi­ como la sorpresa de las excesivamente concisos y divertidos ensayos reunidos en Sea Battles on Dry Land. Todos asi­ como cada uno sobre aquellos titulos unidos por lo que, sin dudarlo, constituye una de estas desmesurados aventuras del lenguaje adentro sobre la literatura norteamericana. Ese idioma/avalancha que inaugura Melville, entronca con Faulkner, sigue con William Gaddis desplazandolo hacia el pelo que, despues de Brodkey, salta Incluso David Foster Wallace.

Asi­ como la contraposicion dentro de Brodkey y Wallace —y las 2 novelas-mamut, El alma fugitiva asi­ como La guasa infinita, respectivamente— quiza ayude a clarificar lo que puede alcanzar an acontecer con un enorme redactor. Como la sobre Brodkey, la novela de Wallace viaje en torno a del tema de la familia como trauma inspirador asi­ como conspirador. La desplazandolo hacia el pelo una diferente podri­an acontecer calificadas igual que “experimentales” pero la de Brodkey mira hacia antes y no ha transpirado la de Wallace hacia enfrente. En otras palabras: la primera (Brodkey) seri­a un artefacto afligido cuya aspiracion seri­a la sobre rebasar a los maestros asi­ como cerrarles la paso en la rostro a sus contemporaneos, entretanto que la segunda (Wallace) va en plan vista al frente y solo le interesa ser avanzada desprovisto percibir rencor alguien por los generales del ayer. Brodkey anuncio durante anos su magnum-opus (refinanciando con pericia, como Truman Capote por sus Plegarias atendidas, numerosos y cuantiosos adelantos) preparando demasiadas veces a las mortales para la perfeccion que se avecinaba desplazandolo hacia el pelo que, demasiado tarde, resulto maravillosamente imperfecta. El parto del monstruo sobre Wallace estuvo impresionado —desde meses primeramente sobre su salida— por una cuidadosa y no ha transpirado astuta estrategia sobre publicidad con el manuscrito entregado. En otras palabras: la novela de Wallace existia mientras que la novela de Brodkey —riesgos sobre trabajar con material autobiografico— habia sido suplantada por Brodkey. Wallace se hizo celebre debido a que publico entretanto que la prestigio de Brodkey se debia a lo que no publicaba. Y Brodkey —autor y no ha transpirado personaje— caia mal. De este modo que —cuando Brodkey decidio para terminar editar, desprovisto dejar de reprender que El alma fugitiva era escasamente el avance contundente de la tan mentada reforma maestra— el chiste perdio su humor y no ha transpirado se desenvainaron las espadas. Luego, casi enseguida, mas furioso que nunca, Brodkey se dedico an expirar a lo largo de tres anos de vida descubriendo que el evento en cuestion era “todavia mas aburrido que una novela de Updike” o algo mismamente. Nunca hay drama: “La vida tampoco es bastante interesante”, agrego Brodkey.

Aca y no ha transpirado En seguida —once anos de vida luego— casi nadie menciona su apelativo. Muchas oportunidad firmas igual que Harold Bloom, Don DeLillo desplazandolo hacia el pelo Salman Rushdie defendieron su gesta, pero hoy nadie jura por su sustantivo (ver el flamante texto de listas sobre 125 colegas, The Top Ten, en donde nadie lo elige) y no ha transpirado el anterior abril, en la papeleria neoyorquina The Strand, un ejemplar sobre la primera impresion sobre El alma fugitiva autografiado (la firma enorme y no ha transpirado avasallante, cruzando en diagonal toda la pagina de debajo hacia en lo alto asi­ como de izquierda a derecha) se ofrecia por apenas diez dolares que yo pague con deseo y no ha transpirado desprovisto dudas.

?Y que es lo que queda? Mucho, razonable: extaticos relatos que quitan el aliento (igual que aquel del director de celuloide, aquel otro del climax asi­ como ese sobre lo que experimenta un bebe al ser salvaje en brazos por su progenitor, ganador sobre un Premio O’Henry) asi­ como parrafadas formidables —”estados sobre animo convertidos en opiniones”— de una audacia que pocos narradores han tenido y no ha transpirado aun menos tendran. Alguno sobre esos escritores para las que el Modalidad es lo unico que vale. Alguien que establece de entrada un pacto con el lector a quien le pide cualquier, por motivo de que notan que el novio, primero, ha entregado el universo desplazandolo hacia el pelo mas alla. Un titan que, en cualquier instante de clase baja, se definio igual que “un adolescente en reversa” sabedor de que “la irrealidad de lo que seri­a real y el hecho sobre que yo la viva, de todo el mundo modos, igual que una cosa irreal, seri­a mi maneras sobre sonar despierto” para, sobre inmediato, recuperar el soberbio tono muscular de su cerebro: “Es arriesgado igual de nefasto buen periodista como yo”.

Asi­ como en sintonia: de cualquier forma, leer a Brodkey es arriesgado porque —en su inevitablemente frustrada aspiracion, en el orgullo de su entrega— nos permite conscientes sobre lo lejos que se puede alcanzar carente que eso signifique efectuarse llegado .

Aun asi, quien le quita lo bailado, lo texto, lo amado a un varon que, cuando se le pedia que se explayara sobre su affaire con Marilyn Monroe, respondia con lo que quiza —consciente o inconscientemente— define a la culminacion lo que le sucede a todo lector que se acuesta o se sienta a leer individuo sobre las libros: “Bueno, seri­a un tanto intimidante encamarse con alguien que dispone de diez veces mas decision y aptitud sexual que uno”.